sábado, 18 de septiembre de 2010

Uno.

Despacio,con cuidado la estreché entre mis brazos. Sentía como la sangre se deslizaba por mi rostro y manchaba mi camiseta,oía a lo lejos el sonido de la ambulancia y por encima su respiración entrecortada. Con lágrimas en los ojos la miré y suspiré llorando. Ella no era consciente de todo lo que yo la quería,siempre me había visto como esa amiga incondicional que siempre está con ella,pase lo que pase y para todo. Pero para mí ella era algo más;para mí ella era la risa que me acompañaba a todas partes,la mirada que me hacia seguir adelante,los labios con los que soñaba todas las noches..

El ruido cercano de la ambulancia me sacó de mis pensamientos. Le besé la frente con cuidado llenándome los labios de sangre y la apoyé contra mi pecho,con mi mano en su muñeca.

Dos médicos salieron corriendo de la ambulancia con una camilla y me la quitaron de los brazos,me hicieron mil preguntas que no supe contestar y me curaron un poco los arañazos de la frente. Me pidieron un taxi y se la llevaron rápido,vi como la ambulancia blanca y naranja cada vez se hacía más pequeña.

Me senté en el suelo mojado esperando al taxi mientras los coches pasaban delante de mí;en ese momento solo quería llorar..tenía un nudo en la garganta y me sudaban las manos a pesar de que tenía frío. Estaba demasiado preocupada por ella como para pensar en como me encontraba yo.

Al poco,el taxi apareció,me subí y con aire distraído le indiqué la calle. Apoyada con la cabeza en el cristal de la ventanilla,pensaba en lo estúpida que había sido al decirle al médico que no quería ir con ella al hospital,ahora, no podía dejar de pensar en como estaría o en si le habría pasado algo,incluso imaginaba que al despertarse diría mi nombre y sonreiría.

Mientras pensaba esas cosas el taxi llegó al portal de mi casa,con mala cara le di los 30 euros y salí. Había bochorno y mi dolor de cabeza empezó a aumentar,caminé hacia el portal y busqué la llave correcta. Entré y subí las escaleras,buscando en mi bolso una aspirina para el odioso dolor. Me la tomé y abrí la puerta. Miré a mi alrededor,todo estaba tan solo.. Me faltaba su risa y el ruido de sus tacones cuando llegaba a mi casa,ya pensando en un plan nuevo para cualquier tarde aburrida,que al final con ella acaba convirtiéndose en increíble.

Me quité los zapatos dejándolos tirados por el salón y caminé hacia el baño mientras me iba desnudando. Abrí el grifo y llené la bañera. Me miré al espejo,me sentía realmente mal..Nada iba como yo había esperado,esa hubiera sido una tarde de risas a su lado,un nuevo plan con él que ella me quería sorprender,un motivo más para amarla,una razón para hacer todo por ella.. Y sin embargo,ahora yo estaba aquí,llorando frente a un espejo,deseando ver su sonrisa y ella estaba mal,muy mal como para pensar en como estaría yo..

Me metí en la bañera despacio y me senté,cerré los ojos y dejé resbalar las lágrimas por mis mejillas. Suspiré hondo e intenté relajarme.

Al poco salí de la bañera y enrollándome en una toalla me sequé las lágrimas. Caminé hacia el salón y cogí una foto que tenía en la estantería. Éramos ella y yo abrazadas,ella me besaba la mejilla y yo sonreía a la cámara. Feliz de tenerla a mi lado. Me acordaba de esta foto,habíamos pasado un día entero de compras y después nos habíamos ido a una preciosa cala,solitaria,a las afueras y nos habíamos hecho miles de fotos..Había sido un día perfecto.

Sonreí al recordarlo y volví a dejar la foto en su sitio. Miré la hora. Ya eran las 1O de la noche,noté mi cansancio y caminé hacia la habitación,dejé la toalla apoyada en una silla y encendí el reproductor de música,puse un disco de un cantante no muy conocido y regulé el volumen. Después,así,desnuda me metí entre las sábanas y me aferré fuerte a la almohada,cerré los ojos y poco a poco dejé de escuchar la música..

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